Adriana Estrada
El Buen Tono
Orizaba.- Ante el reconocimiento municipal de incapacidad para mantener a los animales, activistas ofrecen una hoja de ruta seria y responsable para su reubicación en santuarios.
Lo anterior, en respuesta a las recientes declaraciones del alcalde de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos, sobre la difícil situación de los animales bajo custodia del ayuntamiento. La Coalición de Activistas por los Derechos de los Animales en el Estado de Veracruz exigió transparencia total y propuso una mesa de trabajo concreta para trasladar a los ejemplares a santuarios especializados, un proceso que, aunque será largo y complejo, resulta urgente.
Lupis Martínez, integrante de la agrupación, fue enfática al aclarar la naturaleza de su propuesta, buscando distanciarse de acciones temerarias que pudieran poner en riesgo a los animales.
“Queremos dejar claro que, como activistas, no vamos a ir a agarrar a algún animalito del Paseo del Río. No, como agrupación, esto se realizará de la mano de expertos en manejo de fauna silvestre, siguiendo todo el procedimiento técnico y legal, para que estos animalitos sean trasladados a santuarios donde reciban los cuidados que merecen”, señaló.
Destacó que el propio ayuntamiento reconoció su incapacidad para brindar condiciones adecuadas de vida a la fauna, pero aún no proporciona la información básica para solucionarlo.
Asimismo, dijo que para iniciar cualquier diálogo productivo es necesario conocer el número exacto de animales en el lugar, los documentos que acrediten su legal procedencia y el acceso a los expedientes médicos de cada uno.
“Agradecemos la sinceridad del alcalde al reconocer el problema, pues es un primer paso crucial. Sin embargo, esa misma honestidad hace ineludible la necesidad de actuar. La incapacidad reconocida por el propio ayuntamiento vuelve urgente encontrar soluciones reales. Los animales no pueden esperar más”, criticó.
Destacó que el objetivo de la agrupación es iniciar mesas de trabajo serias que permitan, en una primera etapa, la reubicación de los animales que sean candidatos viables para un santuario, y liberar ese espacio; ello permitiría destinar más recursos y mejores instalaciones a los ejemplares que, por su condición, deban permanecer en la ciudad.
