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Comité ciudadano de Pueblo Mágico bajo intereses particulares y lejos de la ciudadanía

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De la Redacción
El Buen Tono

Córdoba, Ver.- Lejos de ser un canal genuino de participación ciudadana, el Comité Ciudadano de Pueblo Mágico de Córdoba se ha erigido como una estructura opaca que opera al servicio de intereses particulares, alejada por completo de las necesidades y la representatividad de la sociedad a la que dice servir.

El nombramiento de Córdoba como Pueblo Mágico prometía ser un parteaguas para su desarrollo turístico y comunitario. Sin embargo, la integración del Comité Ciudadano, destinado a vigilar y promover este programa, ha revelado una composición que dista mucho de ser representativa de la sociedad cordobesa y que, lejos de impulsar beneficios colectivos, parece responder a intereses particulares y a una lógica de arribismo político. Este organismo, lejos de ser un canal de participación ciudadana, se ha convertido en un espacio donde predominan figuras con claros vínculos empresariales y políticos, lo que ha generado desconfianza y escepticismo entre la población.

La conformación del comité es sintomática de esta desconexión. Entre sus vocales titulares se encuentran Carlos Lara Álvarez, empresario papelero con claros intereses en el sector; Gustavo Amieva Balmori, caficultor de quinta generación con operaciones en la Finca La Capilla; y Juan Carlos Castro Pérez, militante panista con trayectoria en la búsqueda de cargos públicos. Pero quizá el caso más emblemático sea el de Roxana Arredondo Tapia, vocal del comité y actual encargada del Mercado de Artesanías y Enología de Veracruz (MAEV) en Orizaba, espacio que se encuentra en abandono y sin un proyecto serio de revitalización. Arredondo Tapia tiene tras de sí una trayectoria pública marcada por su cercanía con administraciones anteriores fracasadas, como la de Tomás Ríos Bernal, bajo cuyo mandato se impulsaron proyectos turísticos fallidos y elefantes blancos que nunca rindieron frutos. Su llegada al comité no respondió a un proceso de meritocracia, sino a una lógica de acomodo y simulación.

A pesar de la fanfarria inicial, el nombramiento ha sido recibido con ironía y hasta con burla por amplios sectores de la sociedad, que ven en este comité una simulación más que una herramienta de transformación. De acuerdo con el regidor Sergio de la Llave Migoni, coordinador del mismo comité, existen serios incumplimientos en indicadores clave como la regulación del ruido en establecimientos, la inseguridad creciente y la proliferación del comercio informal, problemas que, lejos de resolverse, se han agravado.

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