Alejandro Aguilar
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- Mientras el alcalde Juan Martínez Flores anunció una concesión de agua “histórica”, documentos oficiales revelan un estudio previo de más de 5 millones de pesos plagado de irregularidades.
A fines de 2025, el presidente municipal Juan Martínez Flores anunció con triunfalismo la próxima firma de una concesión de agua para la ciudad, una promesa de 30 años que, según dijo, resolvería el estrés hídrico de la región.
Lo que no dijo es que, meses atrás, su Hidrosistema ya había pagado más de 5.2 millones de pesos por un “proyecto ejecutivo” para esa misma concesión, un proceso opaco, cuestionado por la fiscalización estatal y que tiene como fuente principal al río Metlac, un afluente visiblemente contaminado por descargas de aguas negras.
La auditoría de la Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) sobre la Cuenta Pública 2024 destapó un cúmulo de irregularidades en el contrato HCO/O.P/001/2024, adjudicado a través de “invitación a cuando menos tres personas” y etiquetado como “terminado con economías”.

El informe señala falta de firmas de responsables, documentos incompletos, pagos por conceptos no ejecutados y un presunto daño patrimonial calculado en 74,967.92 pesos. Entre lo no acreditado está la “elaboración de presupuesto base” y el “informe final” del estudio, pese a lo cual el recurso ya fue erogado.
Pero la opacidad administrativa es solo una capa del problema. La otra es ambiental y social. Vecinos de la zona donde confluyen los municipios de Fortín de las Flores e Ixtaczoquitlán denuncian que el río Metlac recibe descargas de aguas residuales no tratadas, posiblemente de la planta Kimberly-Clark o de otros permisos irregulares. En el puente de San Miguel, sobre la carretera Fortín-Orizaba, se observa a simple vista cómo el cause que viene de Ixtaczoquitlán arrastra aguas negras, mientras del lado de Fortín el agua llega relativamente limpia. El olor fétido, dicen los pobladores, se asemeja al del contaminado río Blanco.
“Es un berrinche político”, acusa un habitante que prefirió reservar su nombre. “Desde que Morena no ganó en Fortín, soltaron las aguas negras. Quieren intoxicar el río para justificar quién sabe qué obras o para hundir el proyecto”. Esta percepción ciudadana refleja la desconfianza en un gobierno que, pese a gastar millones en estudios, no ha sido transparente sobre el origen de la contaminación ni ha implementado acciones contundentes de saneamiento.



