Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- En el marco de una celebración solemne realizada este domingo al mediodía en la iglesia catedral, la Diócesis de Orizaba clausuró el Año Jubilar de la Esperanza, una etapa espiritual impulsada a nivel mundial por el Papa Francisco y que culminará oficialmente el próximo 6 de enero de 2026 con el Papa León.
La eucaristía fue presidida por el obispo de la diócesis, monseñor Eduardo Cervantes Merino, quien destacó que este jubileo representó un tiempo de gracia, misericordia y bendición para la Iglesia, tanto a nivel universal como en el ámbito local. Durante su mensaje, subrayó que la diócesis se sumó activamente a este llamado, conectando el jubileo universal con el Año Jubilar Diocesano por los 25 años de su creación.
“Hoy concluimos este año de gracia, de bendición y de misericordia que hemos vivido de diferentes maneras. Nuestra diócesis se conectó con el año jubilar universal y hoy estamos cerrando con toda la Iglesia, acompañados por los decanatos, movimientos, grupos y asociaciones que viven la fe en nuestros territorios”, expresó el prelado.
Sobre este tema, el vocero de la diócesis, Helkyn Enríquez Báez, enfatizó que el jubileo dejó como principal enseñanza el valor de la esperanza, virtud que anima la fe, impulsa la caridad y fortalece el vínculo con Dios y con el prójimo. Señaló que esta experiencia espiritual debe traducirse en acciones concretas de servicio, solidaridad y testimonio cristiano en la vida cotidiana.
A lo largo del año se llevaron a cabo diversas celebraciones tanto a nivel internacional como diocesano, en las que participaron activamente los distintos decanatos, parroquias y movimientos eclesiales. La clausura reunió a representantes de toda la diócesis, reflejando la unidad y el compromiso pastoral de la Iglesia local.
Finalmente, el obispo pidió que este “doble jubileo” continúe animando la fe de la comunidad diocesana y fortalezca el deseo de seguir siendo testigos de Jesucristo, especialmente en el contexto del tiempo de Navidad.


