AGENCIA
Internacional.- Gobiernos de países árabes, América, Europa y Asia condenaron de manera enérgica el ataque armado ocurrido en Sídney, Australia, contra la comunidad judía durante el inicio de la festividad de Janucá, que dejó un saldo de 12 personas fallecidas y 29 heridas. Las autoridades australianas calificaron el hecho como un ataque terrorista.
Desde Medio Oriente, Qatar expresó en un comunicado su rechazo a “la violencia, el terrorismo y los actos criminales, independientemente de sus motivos”, postura compartida por Emiratos Árabes Unidos, que condenó cualquier acción que busque socavar la seguridad y la estabilidad. En tanto, la presidencia del Líbano condenó el ataque y subrayó que el derecho a la vida es un principio universal que no debe aplicarse de forma selectiva.
El gobierno libanés señaló que, así como condena los ataques contra civiles en Gaza, el sur del Líbano o cualquier otra región del mundo, también rechaza lo ocurrido en Sídney. El presidente Joseph Aoun advirtió que la responsabilidad de estas tragedias recae en sistemas que promueven el odio, el extremismo y la exclusión, e hizo un llamado a la comunidad internacional a combatir el terrorismo no solo en sus manifestaciones violentas, sino también en sus ideologías.
Jordania, por su parte, expresó su apoyo a Australia y reiteró su rechazo a todas las formas de violencia y terrorismo que atenten contra la seguridad y la estabilidad.
En América, la Cancillería de Chile manifestó su pésame al gobierno y al pueblo australiano, además de expresar solidaridad con las familias de las víctimas, los heridos y la comunidad judía tanto en Australia como en el resto del mundo. El gobierno chileno condenó el ataque y rechazó cualquier forma de extremismo y discurso de odio.
El presidente de Argentina, Javier Milei, también condenó el atentado y destacó el simbolismo de que el ataque ocurriera durante Janucá, una festividad que representa la victoria de la luz sobre la oscuridad. En Estados Unidos, el secretario de Estado, Marco Rubio, expresó su solidaridad con las víctimas y afirmó que el antisemitismo no tiene cabida en el mundo, reiterando la condena de su país al ataque terrorista.
Desde Asia y Europa, el primer ministro de India, Narendra Modi, condenó el atentado y envió condolencias a las familias de las víctimas, subrayando la política de tolerancia cero de su país frente al terrorismo. El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, también rechazó el ataque y afirmó que el antisemitismo conduce a actos criminales, expresando la solidaridad de su país con Australia.
En Rusia, el Gran Rabino Berel Lazar anunció la cancelación de la celebración pública de Janucá en Moscú por motivos de seguridad, una decisión inédita desde la disolución de la Unión Soviética en 1991. El líder religioso expresó pesar e indignación por el atentado y llamó a la comunidad internacional a actuar de manera decidida contra el terrorismo.
El ataque en Sídney ha provocado una ola de condenas globales y ha reavivado el debate internacional sobre el combate al antisemitismo, el extremismo y la violencia dirigida contra civiles en contextos religiosos.
