

De la redacción
El Buen Tono
Totutla, Ver. — Grupos de choque, compra de votos y uso descarado de recursos públicos son parte del aparato de coacción que, según denuncias, opera desde el Ayuntamiento de Totutla para imponer a Alfredo López Moreno como próximo alcalde del municipio. Al centro de esta red de manipulación política se encuentra la actual presidenta municipal, Nora María Acosta Gamboa.
De acuerdo con denuncias ciudadanas, en comunidades como Mata Oscura se han detectado trabajadores del gobierno local repartiendo dádivas a cambio de votos, entre ellos Alicia Beristain Rincón e Iván Baquedano, identificados como operadores directos del esquema impulsado desde el Palacio Municipal.
Pero la compra del voto no es la única irregularidad. También se ha documentado la conformación de grupos de choque enviados a intimidar a quienes no simpatizan con el partido en el poder, lo que ha generado un clima de miedo, amenazas y violencia política en distintas zonas rurales del municipio.
A decir de pobladores, la administración municipal ha dejado de atender sus funciones básicas para concentrarse en una campaña anticipada y agresiva, en la que se utilizan vehículos oficiales, personal del Ayuntamiento y programas sociales como herramientas de presión electoral.
Pese a la gravedad de los hechos, las autoridades electorales y el Gobierno del Estado han guardado silencio ante las violaciones flagrantes que buscan torcer la voluntad popular y prolongar el cacicazgo de una alcaldesa dispuesta a todo por conservar el control.
