


Efraín Hernández
El Buen Tono
Fortín, Ver.- A pesar de que el Ayuntamiento de pagó más de cuatro millones de pesos por el reencarpetado del bulevar del fraccionamiento Fortín, la obra no solo fue mal ejecutada, sino que dejó un auténtico cochinero en la zona. La constructora responsable, además de entregar trabajos deficientes, arrojó todo el escombro de lo que retiró en las cunetas directamente sobre los camellones, destruyendo áreas verdes y dejando un panorama de abandono y suciedad.

Los muros de los camellones, que presentan severos daños y están a punto de colapsar, ni siquiera fueron reparados, lo que demuestra el grado de desinterés del titular de Obras Públicas, Enrique Gaspar Falcón, quien autorizó la entrega de la obra sin exigir mejoras reales. La falta de vigilancia y control por parte del alcalde Gerardo Rosales Victoria ha permitido que una empresa sin compromiso cobre millones y deje ruinas a su paso.

Lo más indignante es que los cochinos de la constructora incluso aventaron los desechos de construcción sobre un camellón donde una vecina, con su propio dinero, había sembrado pasto alfombra. Ni respeto por el entorno ni consideración por el esfuerzo ciudadano: el contrato fue cumplido con brutal negligencia.


