La mayoría de los mexicanos les gusta consumir picante y sólo pensar en una comida que lo contenga les provoca salivar, pero ¿por qué produce esto?
Según Héctor Gómez Jaramillo, gastroenterólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social, el picante estimula la liberación de endorfinas, sustancias del cerebro que producen placer.
Como si fuera poco, puede prevenir problemas cardíacos: infartos y derrames cerebrales causados por la presión arterial alta. Aunado que estimula el metabolismo y es bajo en calorías.