Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- La cafetería de la Coordinación Municipal del Deporte (Comude ) se ha convertido en el centro de un esquema de corrupción liderado por el presidente municipal Juan Martínez Flores y su hija Jessica Martínez, operado con la complicidad de su esposo, Rogelio Zamudio Serrano. Ex empleados denunciaron que Ana “N” y Sergio “N” facilitan las irregularidades y protegen los intereses de la familia del alcalde, manteniendo un control absoluto sobre recursos y personal.
Ana “N”, quien no figura en nómina oficial, se encarga de la supervisión de proveedores, control de inventario y contabilidad, mientras afirma falsamente que renta el inmueble. Sergio “N”, ex jefe de mantenimiento de la Comude, abandonó formalmente sus funciones en julio, pero continúa operando desde la cafetería, encubriendo y respaldando las órdenes de Jessica Martínez. La hija del alcalde, sin cargo oficial, dirige el negocio bajo instrucciones directas de su padre, mientras su esposo ocupa un puesto ficticio como maestro de educación física, actuando como aviador.
La tesorera municipal, Rosa María Velasco Ramírez, confirmó que el inmueble es propiedad pública y estuvo ocupado de manera irregular entre agosto de 2024 y julio de 2025. Durante ese periodo se registraron pagos irregulares: 23 de agosto de 2024 por $6 mil 699; 25 de septiembre de 2024 por $3 mil 080; 13 de enero de 2025 por $770; 31 de marzo de 2025 por $3 mil 230; y 9 de julio de 2025 por $5 mil 637. Varios meses no presentan pago alguno, y ni Comude ni Tesorería han exigido los pagos faltantes ni iniciado procedimientos administrativos para recuperar los recursos públicos, dejando al descubierto una negligencia grave y deliberada en la protección de los fondos municipales.
Ex trabajadores denunciaron despidos injustificados contra quienes se negaron a acatar las órdenes de Jessica Martínez, revelando un manejo discrecional de personal y un abuso de poder constante.
La información obtenida a través de la solicitud de acceso del 2 de agosto confirma que la administración de la cafetería está bajo control exclusivo de la familia del presidente municipal, consolidando un entramado de corrupción donde Jessica Martínez y Rogelio Zamudio Serrano operan como principales beneficiarios, protegidos directamente por Juan Martínez Flores.
