efraín hernández
el buen tono
Córdoba.- Las fuertes lluvias del viernes dejaron al descubierto el abandono institucional, la corrupción y la incapacidad del gobierno municipal que encabeza Juan Martínez Flores. Durante todo su mandato, el alcalde y su cabildo han ignorado el deterioro del sistema de drenaje y la urgente necesidad de rehabilitar las redes de saneamiento de la ciudad. El saldo fue colonias anegadas, automóviles bajo el agua y familias afectadas.
El sistema colapsó en diversos puntos, como la zona de la Toyota —donde al menos 23 vehículos de agencias automotrices resultaron dañados—, así como en las colonias El Dorado, México y otros sectores. En estos lugares, las aguas negras brotaron de las alcantarillas sin que hubiera una respuesta inmediata de las autoridades.
La responsabilidad directa de este desastre alcanza a Hidrosistema de Córdoba, el organismo paramunicipal dependiente del Ayuntamiento, cuya omisión en el mantenimiento de la red hidráulica ha sido constante. En esta dependencia destaca la figura de Lauro Ramos Olmos, actual Comisario del Órgano de Gobierno de Hidrosistema, quien en el pasado se desempeñó como Ministerio Público y ha sido señalado por prácticas irregulares. El hecho de que su esposa también ocupe un cargo dentro del mismo órgano de gobierno ha generado cuestionamientos por el evidente conflicto de interés.
A esto se suma la presencia de Luis Abella, operador y socio dentro del cartel inmobiliario de Manuel Alonso Cerezo. Abella, abogado de profesión, ha asumido funciones de supervisión y contratación de obras hidráulicas a pesar de carecer de experiencia técnica en el área. La obra del drenaje, mal planeada y peor ejecutada, evidenció la falta de pericia de quienes ocupan estos cargos clave.
El regidor quinto, Jonathan Rosas Blanco, presidente de la Comisión de Agua y Saneamiento, ha sido cómplice de este saqueo y desidia al solapar irregularidades y callar ante la corrupción que impera en la dependencia. A ello se suma la inacción de Georgina Andrea Aguilar Sánchez, regidora de la Comisión de Obras Públicas, quien ha tolerado el mal desempeño del director del área, permitiendo que la infraestructura urbana continúe deteriorándose sin planificación ni ejecución de obras reales. Su papel ha sido subordinado a los intereses del alcalde.
La tardía e ineficaz respuesta de Protección Civil, encabezada por Daniel Vázquez Hernández, agravó los daños de la tormenta, evidenciando la falta de mantenimiento de alcantarillas y zonas de riesgo. Este evento confirma el fracaso total de la administración de Juan Martínez Flores en obras, servicios básicos y protección civil, dejando a Córdoba en el olvido y la corrupción a pocos meses de su conclusión.
