Agencias
México.-Miembros del Cártel de Sinaloa, específicamente la facción de Los Mayitos, se han apoderado de al menos tres fincas cafetaleras en la sierra de Chiapas, obligando a los pobladores a cosechar café a cambio de respetarles la vida y sus propiedades. Aquellos que se negaron a participar en bloqueos contra el Ejército en 2024 son ahora forzados a trabajar para el grupo criminal. La finca Vainilla, de más de 100 hectáreas, está bajo control de “El Güero Pulseras” y otros líderes del cártel.
Los caficultores han denunciado que, además de la explotación laboral, el crimen organizado les impide abrir negocios o acceder a concesiones de transporte si no colaboran. También se ha prohibido la contratación de trabajadores extranjeros, aunque algunos jornaleros guatemaltecos han logrado seguir trabajando tras negociar con los criminales. La cosecha de café, que se paga a más de 100 pesos por kilo, representa una importante fuente de ingresos para el cártel, que vende el grano a grandes comercializadoras.
La presencia del crimen organizado en la región ha generado miedo entre los pobladores, quienes temen que, tras la cosecha, los delincuentes los obliguen a seguir trabajando en el mantenimiento de las fincas. La violencia, amenazas y control absoluto del comercio en la zona han convertido al café en una nueva fuente de poder para el Cártel de Sinaloa en Chiapas.
