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Criminales secuestran ruta alpina ¿Y la Guardia Nacional?

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AGENCIA

Región.- Lo que debería ser un santuario natural y un destino de esparcimiento para amantes del montañismo, se ha convertido en una zona de alto riesgo. El Pico de Orizaba, el volcán más alto de México, enfrenta una creciente amenaza: grupos delictivos que operan con total impunidad, especialmente en su vertiente veracruzana.

César Silva Reyes, integrante del colectivo “Montañistas Unidos”, advirtió que el mayor peligro en la montaña no proviene del clima ni del terreno, sino de los asaltos y extorsiones cometidos por bandas organizadas que controlan los accesos a varias rutas.

“Los delincuentes han establecido campamentos y puntos de control donde exigen entre 50 y 100 pesos por persona como derecho de paso. En muchos casos, incluso despojan a los visitantes de su equipo de alpinismo, mochilas, celulares y objetos de valor”, denunció Silva.

Las rutas más afectadas, detalló, son las que atraviesan comunidades como Xometla, San Miguel Pilancón y San Miguel Chinela, ubicadas en la parte norte del volcán. Testigos han reportado la presencia de hombres armados que detienen a los excursionistas para imponer su control sobre el paso hacia las zonas altas.

A pesar de que desde hace años los colectivos de alpinistas han elevado sus quejas ante instancias federales como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y la Guardia Nacional, la respuesta ha sido escasa y sin resultados sostenibles. “No hay un plan concreto del gobierno para garantizar la seguridad en este parque nacional que compartimos con Puebla”, lamentó.

En contraste, reconoció que el gobierno poblano ha desplegado elementos de la Policía de Alta Montaña en su territorio, lo cual ha reducido significativamente los delitos en ese lado del volcán. “La diferencia es clara: en Veracruz no hay cuerpos especializados ni presencia constante de seguridad, y eso ha abierto la puerta a la criminalidad”.

La falta de vigilancia ha permitido que los grupos delictivos crucen fácilmente la frontera estatal para evadir la justicia tras cometer delitos. “Literalmente desaparecen en la sierra”, acusó.

En 2024, un operativo de seguridad realizado en la zona alta del lado veracruzano logró la detención de 21 personas ligadas a delitos como secuestro y homicidio, pero el problema persiste y los asaltos continúan.

Montañistas exigen acciones concretas, coordinación interestatal y una estrategia de seguridad efectiva para rescatar esta joya natural del control de la delincuencia.

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