

El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, anunció este martes la caída oficial del Gobierno, tras la dimisión simultánea de los cinco ministros afiliados al partido de derecha radical PVV, liderado por Geert Wilders. Esta sorpresiva decisión deja al gabinete sin el apoyo parlamentario suficiente y fuerza a Países Bajos a celebrar nuevas elecciones generales, apenas un año y medio después de las últimas.
En una rueda de prensa ofrecida tras un extenso consejo de ministros, Schoof confirmó que acudirá al palacio real para presentar las renuncias al rey Guillermo Alejandro. A partir de ese momento, el gabinete pasará a ser “dimisionario”, lo que implica que solo podrá ocuparse de los asuntos corrientes, mientras el Parlamento decidirá si puede gestionar temas controvertidos.
“Con la salida del PVV ya no hay suficiente apoyo en el Parlamento para este gabinete”, declaró Schoof, calificando la caída del Gobierno como una decisión “innecesaria e irresponsable”.
Aunque no tiene afiliación política, Schoof aceptó el cargo hace un año con el objetivo de aportar soluciones a los múltiples desafíos que enfrenta el país. Ahora, a pesar de la crisis, ha prometido continuar en funciones hasta la formación de un nuevo Gobierno.
“Nos enfrentamos a grandes desafíos a nivel nacional e internacional… necesitamos decisión, no retrasos”, enfatizó, haciendo referencia a temas clave como la migración, la seguridad, la economía y el acceso a la vivienda.
Mientras tanto, continúa la incertidumbre sobre quién ocupará los cinco ministerios abandonados por el PVV, en un gabinete ahora sostenido únicamente por los partidos VVD (liberal), NSC (democristiano) y BBB (agrarista).
El actual Gobierno había asumido el poder el 2 de julio de 2024, tras complejas negociaciones postelectorales. La repentina ruptura de la coalición pone en evidencia la fragilidad política del país y augura una campaña electoral tensa en los próximos meses.
