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Cristian Martínez: El oportunismo político en Atoyac

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De la redacción
El Buen Tono
En un nuevo intento por escalar al poder municipal, Cristian Martínez, ahora bajo las siglas del Partido del Trabajo (PT), ha iniciado una campaña que más que propuesta, parece una burla a la memoria colectiva de los ciudadanos de Atoyac. En días recientes, circuló en redes sociales un video donde se le observa recorriendo la zona de tianguis y la colonia Mercado Viejo de Potrero Nuevo, en un intento por acercarse a la ciudadanía que alguna vez decepcionó.
Martínez no es un desconocido en la escena política local. Fue pieza clave en la llegada al poder de Carlos Ventura, el actual alcalde cuya administración ha estado marcada por la corrupción, el abandono institucional y el desprecio por las necesidades reales del municipio. Hoy, el mismo que fue artífice de aquel gobierno fallido pretende lavarse las manos y reinventarse como un “salvador” del pueblo. El cinismo no podría ser mayor.
La estrategia es vieja y conocida: victimizarse, prometer redención y apelar al olvido ciudadano. Pero Atoyac no olvida. Cristian Martínez no solo avaló con su respaldo la llegada de Ventura al poder, sino que también formó parte del grupo que permitió, toleró y justificó los abusos y desvíos que hoy tienen al municipio sumido en el rezago.
Expulsado de Morena, su refugio en el PT revela lo que muchos ya advertían: su proyecto político no está guiado por principios ni compromiso social, sino por una ambición personal disfrazada de preocupación por el pueblo. Promete “hacer las cosas bien”, cuando fue parte integral de lo que se hizo mal. Habla de cambio, cuando representa la continuidad de una política de simulación y conveniencia.

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