De la redacción
El Buen Tono
La Nochebuena en Riad tuvo futbol, espectáculo y un protagonista indiscutible. Al Nassr cerró la fase de grupos de la Liga de Campeones de Asia 2 con una contundente victoria de 5-1 sobre Al Zawraa en el Al Awal Park, en un partido que, aunque no definía boletos, captó reflectores por el debut de Cristiano Ronaldo en el torneo continental.
El astro portugués no necesitó marcar para demostrar su jerarquía. Su liderazgo, movilidad y una asistencia de alta escuela bastaron para guiar a su equipo ante más de 25 mil aficionados que convirtieron la noche en una auténtica fiesta futbolera. Desde el silbatazo inicial, el conjunto saudí impuso condiciones, controló el balón y confirmó su dominio histórico ante el club iraquí en competiciones asiáticas.
Con el gafete de capitán, Cristiano Ronaldo se mostró participativo desde los primeros minutos. Bajó a recibir, ordenó al equipo y probó desde media distancia, dejando claro que su influencia va mucho más allá del gol. Su presencia liberó espacios y potenció el juego ofensivo de Kingsley Coman, João Félix y Wesley Teixeira, quienes encontraron mayores facilidades para atacar.
La tribuna celebró cada intervención del portugués, consciente de presenciar un momento especial. Ese sentimiento quedó sellado al minuto 44, cuando Ronaldo firmó una de las asistencias más destacadas del torneo al elevar el balón con sutileza por encima de la defensa para habilitar a João Félix, quien definió con un elegante globito. Una combinación portuguesa que encendió el estadio y se volvió viral en redes sociales.
Antes de esa jugada, el marcador ya reflejaba la superioridad local. Coman abrió la cuenta al 13’, Wesley amplió al 19’ con un disparo de larga distancia y Abdulelah Al Amri puso el tercero al 29’ tras un tiro de esquina cobrado por João Félix. El 4-0 al descanso dejó el encuentro prácticamente definido.
En la segunda mitad, Cristiano Ronaldo salió entre aplausos para dar paso a Mohammed Marran. Al Zawraa descontó al 50’ con anotación de Ibrahim Gbadamosi, pero la respuesta fue inmediata. Coman firmó su doblete al 56’ y colocó el definitivo 5-1, apagando cualquier intento de reacción.
El silbatazo final confirmó una noche redonda para Al Nassr, marcada por el ambiente navideño y la figura de Cristiano Ronaldo, quien sin anotar fue el alma del equipo. En Riad quedó un mensaje claro: incluso sin presión clasificatoria, la jerarquía del portugués sigue marcando diferencias y elevando el espectáculo del futbol asiático.
