Alejandro Aguilar
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- Este día los pineros inician su instalación en el estacionamiento del mercado La Isla, sin embargo libran una batalla silenciosa pero crucial para su sustento anual.
Lejos del discurso oficial que presume el apoyo al comercio local, estos comerciantes enfrentan una seie de adversidades: costos excesivos, desinterés institucional y una competencia desleal que llega desde China, con la anuencia de las mismas autoridades que deberían proteger la producción regional.
El peso de los costos: De 250 a 2 mil pesos por un espacio
Uno de los puntos más críticos es el cobro por el espacio. Comerciantes, que por años pagaron entre 250 y 500 pesos durante administraciones pasadas, ahora deben desembolsar 2 mil pesos por el derecho a instalarse apenas una semana antes de Navidad. Este aumento del 300% al 700% no se traduce en mejores servicios o en una mayor difusión por parte de la autoridad.
El antecedente inmediato es la administración de Juan Martínez Flores, donde la Dirección de Comercio intentó imponer un cobro de 2 mil 500 pesos. Aquella vez, los pineros, con escaso margen de maniobra, lograron una negociación a la baja. Sin embargo, este año el cobro se mantiene en un nivel que los comerciantes consideran abusivo, especialmente cuando la autoridad brilla por su ausencia el resto del tiempo, apareciendo solo para las fotos protocolarias de la inauguración en diciembre.
La cadena de gastos: Un margen de ganancia en riesgo
La situación se agrava al analizar la estructura de costos. Cada pino, traído desde otros municipios o estados, tiene un costo base de al menos 180 pesos, sumando transporte y mano de obra. Ante esta realidad, los pineros intentan mantener precios de venta accesibles, entre los 200 y 400 pesos según el tamaño, un esfuerzo loable que deja un margen de utilidad extremadamente delgado, el cual se ve severamente recortado por el alto costo del espacio.
