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Ciudad de México.– En un ambiente lleno de música, color y orgullo nacional, Daniel Suárez, el piloto regiomontano que ha hecho historia en la NASCAR, fue recibido como una auténtica estrella en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Sin embargo, más allá de los aplausos, los mariachis y los luchadores que lo escoltaron hasta el paddock, Suárez aprovechó el momento para lanzar un poderoso mensaje de solidaridad hacia los migrantes mexicanos y latinoamericanos que enfrentan una dura realidad en Estados Unidos.
A bordo de un tradicional pesero capitalino, Suárez descendió entre porras y cámaras, envuelto en un ambiente festivo que combinaba la pasión por el automovilismo con el folclor mexicano. Luchadores como Dr. Wagner Jr., Silver King y Wagner Fit lo acompañaron en la bienvenida, mientras el mariachi entonaba “Negrita de mis pesares”. El piloto del equipo Trackhouse Racing recibió una máscara personalizada con los colores de la bandera mexicana, símbolo del orgullo que lleva dentro y fuera de la pista.
Pero más allá del espectáculo, Daniel no olvidó sus raíces ni la lucha que viven millones de compatriotas del otro lado de la frontera. “Muchísima solidaridad, muchísimo apoyo. Yo creo que lo que estamos viviendo el día de hoy aquí en NASCAR es un gran ejemplo. Prácticamente estamos trayendo la categoría de automovilismo más americana a México. Si trabajamos juntos, podemos conquistar el mundo”, declaró ante los medios.
La declaración más firme llegó cuando se refirió a la situación migratoria en Estados Unidos, marcada por las redadas y políticas de mano dura impulsadas por Donald Trump en ciudades como Los Ángeles y Chicago. “Estados Unidos es uno de los mejores países del mundo. Y es un país que se ha construido con inmigrantes, eso no se nos puede olvidar. Una victoria sería definitivamente dedicada a ellos”, sentenció.
El mensaje cobra un significado especial al recordar que Suárez también vivió la experiencia del desarraigo, dejando Monterrey para forjar su carrera en una de las categorías más exigentes del automovilismo mundial. Hoy, consolidado como uno de los pilotos más respetados del campeonato, Suárez no pierde de vista a quienes, como él, han luchado por un lugar lejos de casa.
En el evento, el piloto también compartió tacos con la prensa en un gesto de cercanía que reflejó su sencillez, reforzando el mensaje de comunidad y unión que busca transmitir dentro y fuera de la pista.
