

De la Redacción
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- El primer debate entre candidatos a la presidencia municipal de Córdoba dejó al descubierto un escenario repetido: Ataques generalizados a la actual administración, acompañados de propuestas difusas y compromisos sin claridad. Los participantes coincidieron en señalar el “abandono” y la “ineficacia” del gobierno saliente, aunque pocos ofrecieron soluciones concretas para revertirlo. Mientras tanto, el candidato impugnado, Manuel Alonso Cerezo, se destacó no solo por plantear ideas vagas, sino por gestos de aparente desinterés durante el encuentro.
Desde el inicio, los aspirantes de distintos partidos cargaron contra la gestión municipal actual, describiendo a Córdoba como una ciudad “atrasada”, con calles en mal estado, falta de agua potable y servicios públicos deficientes. Sin embargo, las respuestas a cómo resolver estos problemas se limitaron a eslóganes genéricos: “Desarrollo integral”, “gobierno honesto” o “participación ciudadana”. Un candidato prometió “modernidad total”, otro habló de “perspectivas de género” y un tercero de “turismo nacional”, sin detallar mecanismos, plazos o recursos.
Manuel Alonso Cerezo, candidato impugnado y ligado al crímen organizado, centró su participación en promesas como “calles pavimentadas”, “parques vivos” y un “museo nacional de la independencia” para impulsar el turismo. No obstante, sus planteamientos carecieron de especificidad: Omitió cómo financiaría estos proyectos, cómo coordinaría con otras autoridades o qué políticas implementaría para resolver emergencias como la escasez de agua. Su discurso, cargado de frases como “honestidad y trabajo”, pareció más un eslogan de campaña que un plan de gobierno.

