

El SoFi Stadium de Los Ángeles fue el escenario elegido para el partido inaugural de la Copa Oro 2025, donde la Selección Mexicana, actual campeona del torneo, enfrentó a República Dominicana ante un recinto con capacidad para 70 mil espectadores.
Aunque la expectativa y venta de boletos para ver al Tri aumentaba con las semanas, un fenómeno inesperado empezó a manifestarse: muchos aficionados comenzaron a devolver o vender sus entradas ante el temor a ser víctimas de las recientes redadas migratorias en la zona. Esta situación generó preocupación dentro del equipo y la Federación Mexicana de Futbol.
Mikel Arriola, presidente de la Federación, hizo un llamado a la calma y la responsabilidad a todos los asistentes, destacando la importancia de mantener una imagen digna de la comunidad mexicana en Estados Unidos:
“Disfrutemos del partido con orgullo y responsabilidad, rechacemos cualquier acto de violencia o provocación, dentro o fuera del estadio. Recordemos que nuestro comportamiento individual refleja toda la imagen de la comunidad mexicana en los Estados Unidos”, expresó Arriola.
Por su parte, Concacaf y los organizadores de la Copa Oro no han emitido aún un pronunciamiento oficial respecto a las redadas migratorias que afectan a algunos aficionados mexicanos. Se espera que en próximos partidos se implementen medidas para garantizar la seguridad y protección de los asistentes.
La Copa Oro 2025 arranca entre el júbilo futbolístico y el desafío social, dejando claro que el apoyo a la Selección Mexicana va más allá de la cancha, enfrentando realidades que impactan a la afición y a la comunidad en general.
