De la Redacción
EL BUEN TONO
CÓRDOBA.- Cuatro hombres originarios de la localidad de Cuiyachapa, perteneciente a Coscomatepec, fueron golpeados por elementos de la Policía Municipal de Córdoba, al detenerlos en un operativo de alcoholimetría, donde los extorsionaron con 36 mil pesos.
La detención de los campesinos ocurrió la noche del viernes, cuando viajaban en un automóvil en compañía de dos niños de 8 y 9 años, sobre la avenida 11 y calle 36, de la colonia Dos Caminos.
Al llegar al puesto de alcoholímetro, los elementos de Tránsito y Policía Municipal los detuvieron y sin realizarles alguna prueba, fueron extorsionados primeramente con 10 mil pesos, al “viajar tomados”, versión que fue desmedida por los campesinos.
Al no darles dicha cantidad, fueron asegurados y trasladados a las instalaciones del Mando Único, donde fueron golpeados, ahí les pidieron 36 mil pesos, dinero que les fue entregado para no poner en peligro la vida de ellos y los menores.
Más noche, un grupo de pobladores de Cuiyachapa y Tetelcingo llegaron a las instalaciones del Mando Único, donde pidieron de manera pacífica la liberación de los detenidos, acto que les fue cumplido la madrugada del sábado.
Cansados por los constantes abusos de la Policía Municipal y la Estatal, ayer más de 300 hombres llegaron nuevamente al Mando Único y se manifestaron de manera pacífica para pedir la devolución de los 36 mil pesos que se robaron los policías.
Los agraviados mostraron las lesiones que les dejaron los policías municipales, quienes los golpearon esa noche que fueron detenidos.
Luego de más de dos horas de manifestación y bloqueos en la zona, las autoridades de la corporación aceptaron el robo y el dinero les fue devuelto a los campesinos, quienes se retiraron del lugar, no sin antes señalar que, de ocurrir otro acto de extorsión y abuso de autoridad contra sus pobladores, acudirían nuevamente a manifestarse.
¿Y cuándo van a despedir al delegado del Mando Único, Armando Gutiérrez Quiroz? Desde que está al frente aumenta la inseguridad y la falta de confianza en sus elementos, a los que ha permitido extorsionar y golpear a los detenidos, hasta uno de ellos perdió la vida el pasado 20 de febrero.
