Alejandro Aguilar
El Buen Tono
Córdoba, Ver.-El presidente municipal de Córdoba, Juan Martínez Flores, ha reincidido en una práctica que debilita la esencia democrática del municipio: la descalificación sistemática de los medios de comunicación que ejercen un periodismo crítico.
Al tildar de “pasquineros” a órganos informativos como El Buen Tono el alcalde no solo evade la obligación de rendir cuentas, sino que exhibe una peligrosa aversión al escrutinio público. Este comportamiento, sin embargo, no opera en el vacío. La complicidad silenciosa de los regidores, quienes con su omisión y falta de presión evitan llamar al orden al ejecutivo local, se erige como un pilar que sostiene esta actitud hostil.
Manuel Molina Gómez, presidente del Centro de Investigación, Difusión e Implementación sobre Asociaciones Civiles (CIDIAC), profundiza en la raíz del problema. Molina señala que el verdadero obstáculo no es únicamente la ineptitud de la oficina de comunicación, sino la falta de acciones de gobierno sustantivas que reportar.
“El problema está en que la persona más útil del mundo no tendría nada que reportar con una administración como esta”, afirmó. Además, el especialista dirigió su crítica hacia el cuerpo de regidores, subrayando que “es un problema de la falta de ética de los regidores, que no instruyeron en el máximo órgano de gobierno al alcalde que dejara sus ocurrencias y mejor se pusiera a trabajar en la mejora de los servicios”.
