


EL BUEN TONO
Orizaba.- José Antonio Camarillo, un taxista orizabeño, denunció una serie de violaciones graves a sus derechos humanos y al debido proceso por parte de la Policía Municipal de Orizaba, actos que calificó de inhumanos.
De acuerdo al afectado, el pasado 1 de octubre, en la calle Oriente 7 del centro de la ciudad, donde su taxi se encontraba estacionado cuando un motociclista, en una maniobra imprudente al intentar rebasar por la derecha en una vía de un solo carril, perdió el control e impactó un tercer vehículo. A pesar de la naturaleza dudosa de su responsabilidad, Camarillo fue detenido por elementos municipales, dando inicio a un calvario de tres días.
Desde el momento de su detención, a José Antonio se le negó el derecho fundamental a comunicarse con su abogado. Lo que siguió fue un periodo de total incomunicación que se extendió por 72 horas, en flagrante violación de los protocolos más básicos de justicia.
En un acto de crueldad institucional, a Camarillo se le impidió recibir la visita de sus familiares y, de manera aún más condenable, se le negó el acceso a alimentos y agua. El taxista permaneció más de 15 horas en completo estado de deshidratación y ayuno, sobreviviendo únicamente gracias a la solidaridad de otros reclusos que le compartieron comida y líquido. Esta práctica, tipificada como trato cruel, inhumano y degradante, constituye una forma de tortura según estándares internacionales de derechos humanos.

