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Derroche municipal en algunas zonas; en colonias se olvidan de dar servicios

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De la redacción 
El Buen Tono 

Orizaba.- El uso de los recursos públicos en Orizaba no son parejo para todos los habitantes, una muestra de ello es la apertura del puente El Molino, una obra de 80 millones de pesos promovida como símbolo de desarrollo, pese a que persiste una problemática urgente sin atender: el grave deterioro de los muros de gavión que protegen la ribera del río Orizaba, infraestructura que sostiene calles, banquetas y viviendas.
Mientras el alcalde Juan Manuel Diez Francos presumía la obra en el sur de la ciudad, acompañado por integrantes del cabildo, más de 100 familias de las colonias Dante Delgado, Unidad Moctezuma y Heriberto Jara Corona continúan en riesgo ante un posible colapso de dichos muros, cuyo daño pondría en peligro su patrimonio e incluso sus vidas. Aunque se trata de una zona federal, es necesario atender esa zona.
Pese a insistir en lo que puede ser más necesario o no para la ciudad, no es que se rechace el embellecimiento de los municipios, sino de que se roben el dinero en obras que son inútiles cuando hay más necesidades que son prioridad atender.
La legislación en materia de Protección Civil obliga a las autoridades locales a activar protocolos, emitir alertas y coordinar acciones preventivas, incluso cuando la competencia sea de otra instancia, retornando al tema de los gaviones. No hacerlo las coloca en corresponsabilidad ante cualquier afectación futura.
El contraste es evidente: no solamente es gastarse millones de pesos en obras de ornato y lucimiento político, familias siguen en riesgo por el deterioro del suelo bajo sus viviendas.
No es un descuido, sino una decisión política que puede ser perjudicial.

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