Efraín Hernández
El Buen Tono
Orizaba.- Por tercer año consecutivo, el presidente municipal de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos, volvió a demostrar su desprecio hacia los pueblos originarios al ignorar deliberadamente la llegada de la bandera Siera, símbolo de lucha, identidad y resistencia de las comunidades indígenas de la región.
En cada uno de los municipios por donde ha recorrido este estandarte, los alcaldes acudieron personalmente para rendirle honores, reconociendo su profundo significado cultural e histórico. Sin embargo, las únicas ausencias fueron las de los presidentes municipales de Acultzingo y Orizaba, quienes optaron por darle la espalda a este acto representativo de los pueblos autóctonos.
En el caso de Orizaba, la omisión fue particularmente ofensiva, ya que Diez Francos envió como representantes a regidores marcados por su complicidad en actos de corrupción, como Antonio Roldán Bravo, Martín García Limón y la síndica Michelle Marie Fragoso, todos ellos señalados por encubrir irregularidades dentro del Ayuntamiento.
Para representantes de comunidades indígenas, colectivos culturales y ciudadanos críticos, la actitud del alcalde orizabeño no es casualidad, sino parte de un patrón de racismo institucional y desprecio a las raíces culturales de la región, que busca imponer una visión elitista borrando la identidad originaria.
Mientras en otros municipios la bandera Siera fue recibida con respeto y solemnidad, en Orizaba se relegó una vez más, quedando clara la indiferencia y arrogancia de Juan Manuel Diez Francos frente a los pueblos que por siglos han resistido el olvido.
