

AGENCIA
Quito, Ecuador.- Las Fuerzas Armadas de Ecuador destruyeron un campamento y maquinaria utilizada en la minería ilegal en la región amazónica de Alto Punino, entre las provincias de Orellana y Napo, donde el pasado 9 de mayo fueron emboscados y asesinados once militares por presuntos miembros de los Comandos de la Frontera, grupo disidente de la exguerrilla colombiana FARC.
Como parte de un operativo de seguridad, el Ejército ejecutó un ataque aéreo con armamento aire-tierra desde aviones de combate, destruyendo estructuras, maquinaria pesada y tanques de combustible en zonas de extracción ilegal. Esta acción forma parte del despliegue de más de mil 500 soldados apoyados por helicópteros y aeronaves para reforzar el control en la zona limítrofe con Colombia.
Las autoridades ecuatorianas atribuyen el asesinato de los once soldados a los Comandos de la Frontera, quienes los atacaron con explosivos, granadas y fusiles cuando realizaban un operativo contra la minería ilegal.
Desde entonces, los militares han hallado al menos una docena de campamentos clandestinos, armamento, uniformes y hasta siluetas de entrenamiento de tiro, lo que refuerza los señalamientos de una presunta presencia armada organizada en la zona.
Tras la emboscada, el presidente Daniel Noboa declaró a dicho grupo como parte del conflicto armado interno que enfrenta Ecuador, y denunció su participación tanto en minería como en el narcotráfico. La minería ilegal se ha convertido en una fuente de financiamiento para estas organizaciones, aprovechando el auge en el precio del oro.
Las operaciones militares continúan en la región con el objetivo de erradicar enclaves ilícitos y garantizar la seguridad en este punto crítico de la Amazonía ecuatoriana.
