De la Redacción
El Buen Tono
Orizaba.- Un viaje cotidiano en una unidad de la línea Potrerillo terminó en un operativo policial luego de que un hombre acosara y tocara de manera indebida a varias jóvenes que viajaban en el autobús marcado con el número 8, lo que provocó momentos de tensión y miedo entre los pasajeros.
De acuerdo con testigos, el individuo comenzó a comportarse de forma inapropiada casi desde el inicio del trayecto, generando incomodidad entre las pasajeras. La situación escaló cuando algunas de las jóvenes afectadas manifestaron abiertamente su molestia, lo que motivó a otros usuarios a intervenir y solicitar ayuda a través del número de emergencias 911.
Ante la creciente presión y el ambiente ya insostenible dentro de la unidad, el operador decidió detener el camión sobre la intersección de Norte 22 y Oriente 3, donde elementos de la Policía arribaron al lugar. Los oficiales ingresaron a la unidad, identificaron al señalado y procedieron a bajarlo para su aseguramiento, mientras las víctimas lo reconocían y brindaban su testimonio.
Según relataron las afectadas, el sujeto no sólo las manoseó, sino que también realizó actos de exhibicionismo, lo que incrementó el temor entre las pasajeras. Su actitud intimidante fue confirmada por varios usuarios, quienes permanecieron en el sitio hasta que el individuo fue trasladado por los elementos policiales.
Pese a la gravedad del caso, el alcalde de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos, no ha emitido postura ni anunciado medidas concretas para prevenir el acoso en el transporte público.
Además de que no es la primera vez que ocurre una agresión dentro de unidades de transporte y el ayuntamiento sigue sin implementar protocolos de protección para las mujeres ni vigilancia efectiva en las rutas urbanas.
Mientras la empresa promete reforzar su seguridad, el ayuntamiento sigue sin asumir su responsabilidad en garantizar traslados seguros para las usuarias.


