De la redacción
El Buen Tono
Las Vegas, NV.– Un caso que parece sacado de una serie de crimen mantiene en vilo a Nevada. La ex actriz de cine para adultos Devyn Michaels, también conocida como Nikki Fairchild o Tracee Taverz, enfrenta un juicio por asesinato en primer grado tras ser acusada de decapitar a su ex pareja y suegro, Jonathan Willette, de 46 años.
El cuerpo de Willette fue hallado en 2023 sin cabeza y con quemaduras químicas, luego de que presuntamente fuera rociado con cloro y amoníaco. La cabeza nunca fue localizada, y las investigaciones indicaron que el cuello del hombre aún emitía humo al momento de su hallazgo.
Michaels había mantenido una relación intermitente con Willette, con quien tuvo dos hijas pequeñas. Posteriormente, en 2021, se casó con Deviere Willette, hijo de su expareja, lo que generó un vínculo familiar inusual y complicado.
Según el fiscal John Giordani, Michaels planeó el homicidio para rehacer su vida con Deviere y criar a sus hijas lejos de Jonathan. Durante el juicio, Giordani presentó imágenes de Michaels con su esposo y las niñas, argumentando que el futuro que deseaba solo era posible con Willette fuera de escena.
Aunque la acusada inicialmente se declaró culpable de homicidio en segundo grado bajo un acuerdo que le garantizaba 15 años de prisión con posibilidad de libertad condicional, Michaels sorprendió en julio pasado al afirmar su inocencia. Entre lágrimas, declaró que podía probar que no había cometido el crimen y que no dejaría de luchar.
Durante las investigaciones, Michaels aseguró que Willette había sido abusivo y que su acción solo pretendía “herirlo, no matarlo”. Los reportes policiales indican que el arma habría sido una cuchara de madera y que la cabeza del hombre podría haber sido arrojada a la basura.
El juicio sigue su curso, mientras la ex actriz insiste en presentarse como víctima de una familia marcada por la violencia y relaciones retorcidas.


