Sandra González
El Buen Tono
ORIZABA.- La política de Orizaba vive hoy una persecución laboral. Ex trabajadores del ayuntamiento denunciaron haber sido víctimas de despidos masivos ordenados directamente por el alcalde Juan Manuel Diez Francos, quien los acusó de “traición”, pese a que nunca participaron en campañas electorales ni en otras actividades políticas.
De acuerdo con su testimonio, los protagonistas fueron sus jefes inmediatos, el secretario del ayuntamiento Alfredo Hernández Ávila y el coordinador de Comercio Eric Morales, y quienes respaldaron la candidatura de Igor Fidel Rojí López, pero tras el proceso electoral por obvias razones no regresaron a ocupar sus cargos. Sin embargo, el costo lo pagan ahora sus subordinados, pues el alcalde giró la instrucción de cesarlos bajo el argumento de lealtades políticas.
Al menos 30 empleados administrativos, jefes de área y personal general fueron despedidos en distintas etapas posteriores a la elección. La primera oleada ocurrió apenas un día después de las elecciones, desde entonces los ceses se multiplicaron en oficinas clave del ayuntamiento.
Los inconformes señalaron que esta “cacería de brujas” no responde a motivos laborales, sino a una lógica de represalia personal, en la que se busca castigar a quienes quedaron bajo la sombra de funcionarios que no forman parte de la administración. “Nosotros no apoyamos a nadie, sólo seguimos trabajando, y ahora nos dicen que traicionamos al emperador”, reprocharon.
