Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- A dos días de haberse realizado el desfile del 2 de noviembre y más de una semana desde que fueron instaladas, las gradas colocadas por el ayuntamiento de Orizaba sobre la Calle Real continúan obstaculizando el libre tránsito, representando un serio peligro tanto para peatones como para automovilistas.
Estas estructuras, que debieron ser retiradas de inmediato tras concluir el evento, permanecen en la vía pública, invadiendo banquetas y reduciendo la visibilidad en algunos tramos.
La negligencia de las autoridades municipales no sólo genera molestia, sino que pone en riesgo la integridad física de los transeúntes, quienes se ven obligados a caminar sobre el arroyo vehicular para continuar su trayecto.
“Ya pasó el desfile, no hay razón para que sigan ahí; sólo estorban y pueden causar accidentes”, señalaron vecinos del centro histórico, quienes lamentan la falta de atención del área de Comercio y de Protección Civil, responsables de supervisar el retiro de estas estructuras
El peligro es evidente: una caída, un tropiezo o un descuido podrían tener consecuencias fatales, especialmente en una zona con alto flujo peatonal y vehicular.
A pesar de ello, las gradas permanecen firmes, como símbolo del desinterés de la administración encabezada por Juan Manuel Diez Francos hacia la seguridad ciudadana.


