

Efraín Hernández
El Buen Tono
Orizaba.- Román Rodríguez Martín, el eterno director de Comunicación Social en Orizaba, ha hecho de su cargo un bastión de poder, negocios turbios y enriquecimiento personal.
Desde hace al menos cuatro administraciones, ha operado con la misma fórmula: manipular recursos públicos, extorsionar empresarios y someter a su equipo con gritos, acoso y humillaciones, todo bajo la protección del poder político de Juan Manuel Diez Francos.
Hoy, desde la oficina que ha convertido en su feudo, es señalado por desviar recursos mediante contratos simulados con empresas vinculadas a él y a su restaurante “Romanchu”, beneficiándose del presupuesto destinado a medios y servicios de difusión. Las denuncias se repiten: empresarios que ya pagaron sus permisos deben entregar “mochadas” si quieren mantenerse activos.
Rodríguez impone a mujeres en su equipo, a quienes luego acosa y presume como trofeos, mientras ejerce una autoridad basada en el miedo, el insulto y la prepotencia. Su actitud misógina no es nueva: ha sido una constante que ha permeado su paso por la administración pública orizabeña.
Presume haber llevado al poder al actual alcalde Juan Manuel Diez Francos, y ahora repite el mismo esquema en la campaña de Hugo Chahín Kuri.
