Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- Funcionarios adscritos al Mercado Emiliano Zapata intensificaron una campaña de odio, difamación e intimidación en contra de la luchadora social Tomasa López Peralta, en un intento evidente por desacreditar su activismo y garantizar su permanencia de facto en la siguiente administración municipal, preservando así los intereses que han tejido con ciertos comerciantes y el manejo discrecional de los espacios.
De manera sistemática, se han utilizado páginas y perfiles en redes sociales para atacar la imagen de López Peralta, mientras que al interior del mercado se manipulan versiones de hechos y se maquillan actos ilícitos mediante información falsa. Esta operación no es fortuita: está encabezada por la administradora del mercado, Laura Sánchez Hernández, y respaldada por el coordinador Fernando Trueba Coll, quienes han orquestado una estrategia de presión directa para fracturar el movimiento social y revertir el respaldo que la activista mantiene entre locatarios.
Testimonios de comerciantes evidencian un cambio drástico tras la remoción de Sánchez Hernández de ciertas funciones. “Antes había respeto, si existía algún problema se dialogaba. Ahora hay hostigamiento. No nos dejan pagar, nos sellan los puestos y luego intentan quitárnoslos para negociarlos”, denuncian. El esquema es claro: primero obstruyen, después presionan y finalmente exigen la “regularización” con cobros que alcanzaron los 20 mil pesos, cifra que sólo fue reducida tras hacerse pública la denuncia.
López Peralta sostuvo que los ataques se recrudecieron debido a su plantón permanente y su acompañamiento a comerciantes vulnerables. “Ellos recurren a mí porque no lucramos con los espacios ni con las personas. Esa es la verdadera razón de la persecución”, advirtió, dejando al descubierto el trasfondo económico de la campaña en su contra.
