Tinta Ácida
EL BUEN TONO
La exigencia de justicia por la muerte del joven universitario y boxeador amateur Pablo Ortigoza Martínez continúa enfrentando trabas, aplazamientos y silencios institucionales que indignan tanto a su familia como a los habitantes de Fortín. Desde febrero, el caso ha sido ejemplo del desgaste legal y emocional que enfrentan las víctimas cuando el acusado pertenece a la misma corporación que debería protegerlos, en este caso, la Policía Municipal de Fortín.
En las últimas semanas, las audiencias se han cancelado o pospuesto bajo pretextos procesales que parecen más una estrategia de dilatación que un acto de justicia. Primero fue el cambio de asesor jurídico del acusado; ahora, nuevamente, se aplaza con el argumento de que el nuevo abogado “aún está en término para responder”. El proceso fue reprogramado para el 24 de noviembre, prolongando el dolor de una familia que lleva meses esperando respuestas mientras el responsable sigue amparado por los vacíos legales y la protección institucional.
En Fortín, la inseguridad se ha convertido en rutina, y el caso de Pablo no es un hecho aislado. La presencia policiaca, más que preventiva, se percibe deficiente, arbitraria y temida por los propios ciudadanos, quienes afirman que los llamados “operativos de rutina” se han vuelto sinónimo de abuso y prepotencia. Resulta inconcebible que, con tantos señalamientos, la administración municipal encabezada por Gerardo Rosales Victoria permanezca pasiva, indiferente y sin ejercer control sobre una corporación que actúa fuera de la ley.
Mientras los familiares de Pablo exigen justicia, también los fortinenses levantan la voz: No se puede seguir normalizando la impunidad bajo el uniforme policial. Las disculpas y los aplazamientos no devuelven la vida, pero sí exponen la incapacidad y negligencia de un gobierno que ha permitido que su policía municipal opere con abuso y sin consecuencias.
Fortín no necesita más excusas, necesita resultados, vigilancia real y autoridades que no teman enfrentar a quienes mancharon el nombre del municipio desde dentro.
