Sandra González
El Buen Tono
Orizaba, Ver.- La Diócesis de Orizaba se unió al contundente llamado de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que urgió a las autoridades a reconocer y enfrentar con decisión la crisis de violencia e inseguridad que atraviesa el país. En un mensaje nacional, los obispos advirtieron que “no se puede hablar de paz cuando la sangre inocente sigue corriendo por las calles” y que México vive bajo el dominio del miedo, la impunidad y el crimen organizado.
El posicionamiento, respaldado por la Iglesia local orizabeña, señaló que mientras se insiste en un discurso oficial de disminución de la violencia, la realidad que vive la población es otra: asesinatos, desapariciones y extorsiones que afectan tanto a familias humildes como a empresarios, campesinos y transportistas. “El Estado ha cedido en muchos lugares el control territorial a grupos delictivos y no logra recuperarlos”, advierte el texto, que refleja la gravedad de la crisis de seguridad nacional.


