Agencias
México.- En un giro que ha generado críticas y desconcierto, Jaime Humberto Pérez Bernabé, diputado de Morena con múltiples señalamientos de corrupción, pagos exorbitantes a asesores y acusaciones de presunto secuestro, fue elegido presidente del Comité de Ética de la Cámara de Diputados. Este órgano, que debería supervisar la conducta de los legisladores y sancionar actos indebidos, ahora queda bajo la dirección de alguien con un historial más cuestionable que la propia Cámara, lo que pone en duda su capacidad de garantizar ética y responsabilidad en San Lázaro.
Pérez Bernabé ha enfrentado críticas por intentar reelegirse con la cuota indígena sin cumplir los requisitos, así como por asignar asesores cuyos sueldos sumaban más de 180 mil pesos mensuales. Además, en 2019 fue acusado de presunto secuestro durante disputas políticas en Veracruz, aunque las denuncias cayeron por falta de pruebas. A pesar de este historial, su nombramiento se aprobó en apenas tres minutos, como parte del acuerdo de la Junta de Coordinación Política (Jucopo).
El Comité de Ética, instalado con más de un año de retraso, también incluye a José Luis Sánchez González, del PT, como vicepresidente, y a Agustín Rodríguez (PAN) y Alejandro Pérez Cuéllar (PVEM) como secretarios, además de diversos integrantes del Comité de Decanos. Sin embargo, la presencia de Pérez Bernabé al frente del órgano crítico deja en entredicho la seriedad del Congreso en la supervisión ética, sobre todo tras recientes episodios polémicos de otros legisladores, como bailes durante sesiones y ausencias durante votaciones.
La sociedad y la prensa han cuestionado este nombramiento, señalando que la ética en San Lázaro parece ser más un titular que una práctica real, y que la Cámara sigue mostrando una falta de coherencia y responsabilidad en la aplicación de los principios que el Comité de Ética debería defender.
