AGENCIA
Acapulco.- Tras días de incertidumbre, las autoridades mexicanas finalmente entregaron el cuerpo de José Ramiro Castro, un marinero que perdió la vida a bordo de un barco turístico durante el paso del huracán “Otis”, una tormenta de categoría 5 que azotó la ciudad de Acapulco, Guerrero, en el Pacífico la semana pasada.
Los familiares de Castro llevaron a cabo el entierro en Acapulco el viernes por la tarde, 10 días después de que la tormenta devastara la ciudad con graves inundaciones y vientos de hasta 266 kilómetros por hora, dejando a su paso una estela de destrucción que incluyó cortes en las comunicaciones, daños en viviendas y negocios, y la destrucción de medios de vida.
El huracán “Otis” ha cobrado al menos la vida de 49 personas, mientras que otras 59 continúan desaparecidas, según las cifras proporcionadas por las autoridades.
De acuerdo con los familiares, José Ramiro Castro y otros miembros de la tripulación, quienes también perdieron la vida, se encontraban a bordo del barco turístico “Acarey”, un conocido visitante de la zona, la noche en que “Otis” llegó a Acapulco. Según relatos, Castro decidió quedarse a bordo para proteger la embarcación.
María Jesús Castro, hermana del marinero fallecido, compartió con Reuters un video que su hermano envió poco después de la medianoche, en el que mencionaba que el mar se estaba tornando “muy feo” y que el propietario del barco les había pedido cuidar de la embarcación. Ella le instó a abandonar el barco, pero lamentablemente, las condiciones empeoraron rápidamente. El barco “Acarey” y otros se hundieron en la Bahía de Acapulco durante la tormenta.
Hasta el momento, no ha sido posible contactar al propietario del barco para obtener su versión de los hechos. El video filmado por José Ramiro Castro durante la noche del hundimiento ha circulado en redes sociales, junto con fotografías del barco antes del huracán. En las imágenes, se puede apreciar al “Acarey” anclado, enfrentando olas turbulentas.
La hermana de Castro también relató la angustia de la familia al enterarse de que el cuerpo de José Ramiro Castro fue ingresado en una morgue en Acapulco el 27 de octubre, siete días antes de que la familia fuera notificada. Reuters no ha podido confirmar esta información de manera independiente.
María Castro expresó su frustración diciendo: “No es justo que nos hayan hecho esperar tanto. No es justo.” Este trágico incidente es un recordatorio de la importancia de la preparación y la seguridad en situaciones climáticas extremas, así como la necesidad de mejorar la coordinación en casos de desastres naturales.
