De la redacción
El Buen Tono
Édgar Morales no se rinde en su desesperada búsqueda por su esposa Guadalupe Hernández y su hija Allison, de 7 años, arrastradas por el desbordado río Ilamatlán en la Huasteca Baja de Veracruz. La tragedia ocurrió tras las lluvias del 9 de octubre, cuando la corriente borró por completo viviendas y se llevó consigo a varias personas.
Desde que perdió contacto con ellas, Édgar emprendió un recorrido implacable por la zona afectada, apoyado por autoridades estatales y equipos de rescate, incluyendo binomios caninos y drones. A pesar de la devastación provocada por el disturbio tropical 90-E, el hombre no ha dejado de buscar cada indicio que lo acerque a su familia.
Conmovida por su historia, la gobernadora Rocío Nahle García aseguró que se brindará todo el apoyo necesario para localizar a las víctimas. Édgar, quien ahora forma parte activa del equipo de rescate, recorre kilómetros día tras día, con la esperanza de encontrar a Guadalupe y Allison, manteniendo viva la fe de reunirse con ellas, aunque sea entre los restos que dejó el río.
La tragedia ha dejado al menos 36 muertos y siete personas desaparecidas en la región, mientras la búsqueda continúa intensamente. Édgar Morales se ha convertido en símbolo de la lucha incansable de quienes enfrentan pérdidas irreparables y se niegan a rendirse ante la fuerza de la naturaleza.


