De la Redacción
El Buen Toni
Calcahualco.- La alcaldesa, Guadalupe Rosas, se convirtió en cómplice de los talamontes que destruyen los bosques del Pico de Orizaba.
Su holgazanería para gobernar permitió que la población también corte madera para la venta de cajas de verduras, con lo que se genera un lucrativo negocio ilegal que avanza con total impunidad.
La omisión, que también es corrupción, de la autoridad municipal es evidente, se carece de denuncias, operativos y sanciones.
Todo se permite como si los árboles fueran una mercancía inagotable. El saqueo masivo destruye el ecosistema, pero también pone en riesgo el glaciar y los manantiales que abastecen de agua a la región de las Altas Montañas, comprometiendo el futuro de decenas de comunidades.Investigadores advirtieron que la pérdida del glaciar y de los bosques afectará directamente la disponibilidad de agua en Veracruz y Puebla.
Mientras tanto, en Calcahualco, la alcaldesa Rosas permite que los negocios ilegales con madera sigan creciendo, seguramente porque le dan moche.
Estimaciones locales sugieren que la venta de madera para cajas de verduras deja miles de pesos diarios, todo bajo la venia de una administración ausente y complaciente con el saqueo, porque las ganancias harán que salgan más ricos del Palacio Municipal.
