De la redacción
El Buen Tono
La fatiga puede tener múltiples causas, como el estrés, infecciones o enfermedades comunes; sin embargo, cuando el agotamiento se prolonga durante meses y no mejora con el descanso, podría tratarse del síndrome de fatiga crónica (SFC), una enfermedad que afecta a siete de cada 100 mil personas a nivel mundial, de acuerdo con cifras del Gobierno de México.
En la República Mexicana, las estimaciones apuntan a que hasta 1.4 millones de personas podrían vivir con esta condición, también conocida como encefalomielitis miálgica (EM), la cual provoca un cansancio extremo que limita de manera significativa la vida diaria.
¿Qué es el síndrome de fatiga crónica?
El SFC es una enfermedad crónica caracterizada por un agotamiento profundo que no mejora con el reposo y que empeora tras realizar esfuerzo físico o mental. Julia Oh, profesora de dermatología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, explicó al medio estadounidense Fox News que este síndrome puede aparecer después de una infección o tras un evento fisiológico altamente estresante.
Investigaciones recientes han identificado como detonantes frecuentes infecciones como COVID-19 y mononucleosis, así como traumatismos en cabeza y cuello, cambios hormonales posteriores al embarazo y alteraciones en el funcionamiento del hipotálamo.
Síntomas que persisten durante meses
La National Academy of Medicine de Estados Unidos señala que el síndrome presenta tres síntomas principales que deben mantenerse por al menos seis meses: fatiga severa de aparición reciente que reduce la capacidad para realizar actividades cotidianas; malestar que empeora después del esfuerzo físico o mental; y sueño no reparador.
Además, quienes padecen esta enfermedad pueden experimentar niebla mental, problemas de memoria y concentración, mareos al ponerse de pie, intolerancia ortostática, taquicardia, desmayos, irritabilidad, fiebre, confusión e insomnio.
Un diagnóstico complicado
Actualmente no existe una prueba específica para confirmar el síndrome de fatiga crónica. El diagnóstico se basa en entrevistas clínicas, exploración física y la exclusión de otros padecimientos con síntomas similares. Especialistas han señalado que muchos genes relacionados con el sistema inmunológico se encuentran en el cromosoma X, lo que sugiere un componente genético y podría explicar por qué la enfermedad afecta con mayor frecuencia a mujeres.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos estiman que solo alrededor del 15 por ciento de los pacientes reciben un diagnóstico adecuado, ya que los síntomas suelen confundirse con otros trastornos. La Universidad Nacional Autónoma de México ha advertido que el SFC puede confundirse con artritis reumatoide, infecciones musculares, hipotiroidismo, depresión e incluso cáncer, debido a la presencia de dolor articular, inflamación de ganglios linfáticos cervicales, dolor de garganta y molestias en el pecho.
Tratamiento y panorama en México
No existe una cura definitiva para el síndrome de fatiga crónica. El tratamiento médico se enfoca en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida, mediante el manejo del dolor, estrategias para mejorar el sueño y el tratamiento de trastornos asociados como ansiedad o depresión.
En México, datos del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades indican que en 2024 alrededor del 1.2 por ciento de la población podría padecer este síndrome, lo que equivale a cerca de 1.4 millones de personas. Tan solo en el Estado de México se calcula que existen aproximadamente 210 mil casos.
Actualmente, la enfermedad es más frecuente en mujeres de entre 20 y 50 años, con una proporción de tres mujeres por cada hombre, aunque en años anteriores las autoridades sanitarias habían señalado una mayor incidencia en hombres de entre 25 y 60 años.
