Agencias
Estados Unidos .— Rubén Oseguera González, alias El Menchito e hijo de Nemesio Oseguera Cervantes (El Mencho), líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue trasladado el pasado 26 de septiembre a la prisión ADX Florence en Colorado, también conocida como Supermax, considerada la cárcel más segura y restrictiva de Estados Unidos. Allí cumple una condena de cadena perpetua por tráfico de drogas y armas, en condiciones extremas de aislamiento similares a las del también recluso Joaquín El Chapo Guzmán.
Oseguera fue declarado culpable en 2024 por tráfico de cocaína y metanfetamina, así como por posesión de armas e instrumentos destructivos. En marzo de 2025, recibió sentencia de por vida. Aunque la jueza Beryl A. Howell había autorizado que cumpliera su condena en una prisión de California, fue finalmente enviado a la unidad de máxima seguridad en Colorado, donde está sujeto a Medidas Administrativas Especiales (SAMs) que restringen drásticamente su comunicación con el exterior.
Su abogado, Jan Ronis, calificó estas condiciones como “una forma de tortura”, alegando que su cliente no representa un riesgo ni ha tenido conductas indebidas durante su reclusión. “Está en completo aislamiento, sin contacto humano real, con visitas y llamadas extremadamente limitadas. Esto va más allá de una condena judicial; es un castigo adicional impuesto por el sistema penitenciario”, declaró el defensor, quien ya inició un proceso para apelar tanto la sentencia como el traslado a la ADMAX.
Durante el juicio, la fiscalía estadounidense lo presentó como el número dos del CJNG, directamente bajo el mando de El Mencho. Se le acusó de coordinar el tráfico de toneladas de droga hacia Estados Unidos y de emplear violencia sistemática contra autoridades y cárteles rivales. Fue arrestado en junio de 2015 en Zapopan, Jalisco, tras un operativo en el que miembros del CJNG derribaron un helicóptero del Ejército mexicano, supuestamente por órdenes de El Menchito.
Rubén Oseguera fue extraditado a EE.UU. en febrero de 2020 y permaneció en una prisión de Virginia durante el proceso judicial. Según su defensa, nunca mostró conductas que justificaran su confinamiento en una prisión de este nivel. La decisión de su traslado a ADX Florence, sostiene Ronis, es una represalia institucional no contemplada en la sentencia judicial.
