EL CEBOLLAZO
Respecto a lo publicado en el texto anterior sobre los aspirantes del Partido Acción Nacional (PAN) a la diputación federal en el distrito XVI con cabecera en Córdoba, es importante destacar dos informaciones adicionales sobre los dos precandidatos que permanecen en la contienda interna luego de que la empresaria Marisol Arróniz de la Huerta fue obligada a renunciar a su intención de ingresar a la política.
Una es que la señora Lilia Angélica Torres Rodríguez, si bien radica en Fortín de las Flores desde hace años y en donde fue directora del Colegio de Bachilleres de Veracruz (Cobaev), su origen está en Orizaba y es sobrina del ex alcalde Isaías Rodríguez Vivas, muy cercano al ex gobernador Dante Delgado Rannauro.
También es prima del diputado poblano, Marco Antonio Rodríguez Hurtado, quien llegó al Congreso de Puebla como abanderado plurinominal por el partido Pacto Social de Integración (PSI) de registro local.
De hecho, Rodríguez Hurtado tiene vara alta en el Gobierno del panista Rafael Moreno Valle, en Puebla, pues accedió a la clase política de esa entidad recomendado por Delgado Rannauro, de quien fue su secretario particular.
Además, Lilia Angélica es esposa del ex panista Álvaro de Gasperín Sampieri, el primer comisionado presidente del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI).
De ahí que las cercanías políticas de la aspirante panista no se limitan a Juan Carlos Castro Pérez, sino que van más allá de ese panista arrepentido que salta de
partido en partido.
El segundo dato adicional y sumamente ilustrativo es que el también precandidato panista, José Antonio Pérez Vian, ex alcalde de Ixtaczoquitlán, no sólo tiene el respaldo del grupo yunista, cuya cabeza visible en la Zona Centro es el diputado federal por Huatusco, Víctor Serralde Martínez —o como en realidad se llame ese señor, ya ven que tiene muchos nombres falsos en su colección— sino también de un adinerado priísta, Francisco Amador Damián, quien también fue alcalde
de Ixtaczoquitlán.
Pero no crean que ese apoyo tenga que ver porque Pérez Vian sea muy popular y que atraiga a los de la oposición, no, sino porque su candidatura es un
negocio de familia.
El panista es consuegro del priísta Amador Damián, también empresario restaurantero —pues es dueño de una cadena de negocios de carnitas que tienen nombre de cebolla— y desde ahí fluye la inversión para la precampaña y claro, de ahí saldrá para la campaña formal.
De hecho, desde una de las sucursales de la cadena de taquerías se citó a conferencia de prensa hace algunos días para dar a conocer la precandidatura del consuegro.
Es más, por Córdoba ya se han visto las camionetas de lujo propiedad de Amador Damián, cargadas de publicidad que porta la fotografía del consuegro azul, José Antonio Pérez Vian, ya como candidato formal a la Diputación Federal por Córdoba, aunque todavía no pasa el filtro de la selección inicial. ¿Qué quiere decir esto? Que las carnitas ya están cocinadas desde ahora y Pérez Vian será impuesto como candidato del blanquiazul en el distrito XVI.
¿Y ciudadanos, entre ellos los militantes panistas que, se supone, deben elegirlo en votación abierta?
A esos se les dará un cebollazo, es decir, una orden de tacos de buche, papada, lengua y nenepil para que tengan la boca ocupada
y no digan nada.
EL PARTO DE LOS MONTES
Donde sí habrá un “parto de los montes” —ojo, se habla de ese término en el apego estricto a la fábula: porque aunque haya mucho ruido y signos de que algo grande se acerca en realidad el resultado será minúsculo. La fábula del griego Esopo cuenta que los montes temblaban y crujían como si algo muy importante e inaudito fuera a nacer, pero terminan dando a luz un ratón— es en el distrito de Orizaba y en especial en el proceso interno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para elegir a su candidato.
En esa demarcación hay dos grupos enfrentados por la nominación. Uno es el del ex diputado federal y actual propietario del club deportivo Tiburones Rojos, Fidel Kuri Grajales y otro el del alcalde de Orizaba y todavía diputado federal con licencia, Juan
Manuel Diez Francos.
Es una agarrón más en un pleito de muchos años en el cual se mezclan cuestiones familiares, pues Kuri Grajales es hermano de Lizbeth Kuri, esposa del también ex alcalde orizabeño, Hugo Chahín Maluli, socio de Diez Francos.
Así, ayer en Xalapa hubo cuatro aspirantes orizabeños registrados en el Comité Directivo Estatal del PRI para ser considerados por la Comisión de Postulaciones —léase: el dedazo desde la Ciudad de México, la sede nacional del
tricolor y Los Pinos—.
Uno fue el propio Kuri Grajales, quien desde la víspera pagó filtraciones en diferentes periódicos porteños y xalapeños para que se difundiera la versión de que
él será el elegido.
Obvio, su apuesta es que lo respalde el gobernante en turno, Javier Duarte, y así le pague la deuda de que convirtió a su antiguo equipo de futbol, Reboceros de La Piedad en los nuevos Tiburones Rojos, regresándole a Veracruz un equipo de Primera División, lo que sirvió al lucimiento del mandatario estatal.
Kuri Grajales primero quiso impulsar a su hijo Fidel Kuri Mustieles, pero éste no alcanzó ni un punto en las encuestas levantadas en el distrito de Orizaba y entonces se lanzó él mismo al ruedo. Ayer en el registró llegó portando el uniforme de los Tiburones Rojos, con el fin de atraer simpatías, pero lo malo para sus pretensiones es que en esta selección ni Duarte de Ochoa tendrá ni voz ni voto ni la militancia priísta local, pues la decisión vendrá del altiplano.
Del otro frente, fue registrada la regidora quinta y actual lideresa municipal del PRI en Orizaba, María Antonieta López Yáñez, que es la carta del edil Diez Francos y del ex alcalde Chahín Maluli. Incluso éste último acudió a Xalapa para acompañarla en el registro ante la dirigencia estatal.
Hay que recordar que el grupo Diez-Chahín ya le ganó una primera escaramuza a Kuri Grajales cuando obtuvieron el control de la dirigencia municipal del partido, en septiembre pasado, con López Yáñez en la presidencia.
Los otros dos aspirantes registrados en el tricolor fueron el exregidor Eustacio Mendizábal y la ex diputada local, Elvia Ruiz Cesáreo.
Ambos son precandidatos de cartón, no tienen posibilidades y sólo que ocurra una catástrofe interna podrían convertirse en abanderados formales.
Ruiz Cesáreo, quien también fue subsecretaria de Comunicaciones, es fidelista y a su paso por el Congreso local formó parte del grupo conocido como “El Bronx” o sea de choque para golpear a los otros legisladores incómodos.
La señora Cesáreo usaba un lenguaje de tamalera y sin pudor escupía y agarraba a golpes a todo aquel que criticara al innombrable o a cualquier otro fidelista encumbrado.
A causa de los dos grupos enfrentados, en el distrito XV habrá guerra en los intestinos del tricolor, porque mientras Fidel Kuri Grajales se ha rodeado de algunos caciques locales como el ex diputado local y eterno dirigente regional de la CTM, Víctor García Trujeque y hasta de impresentables como el ex alcalde orizabeño, Martín Cabrera Zavaleta, considerado como el edil más corrupto en la historia de la Pluviosilla, para dar la batalla al grupo de palacio municipal, éstos últimos cuentan con la dirigencia local y los padrones de beneficiados de obra pública y
programas sociales.
La confrontación entre ambos fracturará al priísmo local y la derrota es algo inminente.
Si queda Kuri como candidato a la diputación federal el Ayuntamiento y la dirigencia municipal trabajarán en su contra y si postulan a López Yañez, los kuristas harán lo mismo.
Ya el propio Diez Francos anticipó que si hay un diputado de oposición trabajarán con él para gestionar recursos y obras para Orizaba, es decir, es el anuncio de que el tricolor
perderá si va Kuri.
Y claro, el beneficiado del pleito tricolor es el abanderado de Acción Nacional, el empresario Daniel Zairick Aboumarad, primo hermano del actual diputado local por el mismo partido y el mismo distrito, Alejandro
Zairick Morante.
Todo indica que el panismo se hará de nueva cuenta con el
distrito orizabeño.
PORVENIR SOMBRÕO
Pero no sólo en Orizaba hay un panorama sombrío para el tricolor sino también en otros distritos, ya que los grupos internos están inconformes con los aspirantes inscritos y amagan con rebelarse si se concreta la imposición.
Además de los aspirantes en Orizaba, ayer se registraron en Xalapa los precandidatos por Tantoyuca, Coatepec, Boca del Río, San Andrés Tuxtla, Papantla, Poza Rica y Minatitlán, y en varios de esos distritos todo apunta a que el tricolor morderá el polvo o al menos tendrá muchas dificultades para ganar especialmente por el repudio interno hacia los candidatos y el enfrentamiento
entre corrientes.
Tal es el caso de Coatepec, donde va Nohemí Guzmán Lagunes, la exsecretaria de Protección Civil y de San Andrés Tuxtla, con el ex secretario de Desarrollo Social, Jorge Carvallo. Este señor ni siquiera nació en Los Tuxtlas sino en Toluca, Estado de México y tiene en contra hasta su mismo padre, Jorge Carvallo Hernández, que busca ser postulado por un partido de oposición para impedirle ganar.
El papá, que sí es originario de Veracruz, lo ha acusado de ser un corrupto y robarse el dinero de los veracruzanos desde que fue traído a la entidad por el innombrable, quien, dicen, “le enseñó
malas mañas”.
En Boca del Río el tricolor recicló al candidato perdedor de la contienda por la diputación local en el 2013, Sergio Pazos Navarrete, sobrino del economista de derecha y ex candidato del PAN a la Gubernatura en 1998, Sergio Pazos de la Torre y Baltazar, de los mismos apellidos, propietario de la estación radiofónica más escuchada del estado, XEU.
Aún así, Pazos Navarrete tiene nulas posibilidades no sólo por el antecedente de ser un perdedor sino porque la cabecera distrital la gobierna Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del ex candidato a la gubernatura del blanquiazul, Miguel Ángel Yunes Linares. Esa barrera no la brincará ni siendo campeón olímpico de salto de garrocha. Así de simple.
