**La administración prefirió pagar a privados que adquirir unidades nuevas que no rebasan los 3.5 millones de pesos
Alejandro Aguilar
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- Hacia el fin de la administración municipal encabezada por el presidente Juan Martínez Flores ha destinado recursos públicos por decenas de millones de pesos para el servicio de recolección y disposición de residuos sólidos.
Un análisis de los contratos celebrados al menos durante el 2024 revela un patrón de gasto que prioriza el arrendamiento de vehículos y la contratación de servicios externos, en lugar de la adquisición de bienes propios para el municipio, generando cuestionamientos sobre la optimización del erario público.
Por ejemplo, los documentos contractuales muestran que, el 16 de enero de 2024, se firmaron simultáneamente cinco acuerdos bajo la figura de “adjudicación directa por excepción de ley”. Entre ellos, destaca un contrato de arrendamiento de 13 camiones compactadores de basura con la empresa Transportes Mortera S.A. de C.V., por un monto fijo de 22 millones 466 mil 880 pesos, que incluye un pago inicial y once mensualidades.
Paralelamente, se celebraron cuatro contratos variables con empresas como LOYCORP, Financiera Sobre Ruedas y Cuenta a la Inversa, además de uno con el particular Rafael Heredia Fuentes, para el transporte de residuos al relleno sanitario de Nogales. Cada uno de estos contratos variables tiene un monto máximo estimado de 14 millones de pesos, sumando un potencial de 56 millones de pesos en este rubro. En conjunto, la proyección de gasto para 2024 en estos conceptos supera los 92 millones de pesos.
Millones de pesos a la basura y al bolsillo de contratistas
Una consulta a portales especializados muestra que el precio de un camión compactador de basura nuevo puede oscilar entre 1.5 y 2.5 millones de pesos. Incluso considerando unidades usadas en buen estado, los precios son significativamente menores.
El monto comprometido solo en el contrato de arrendamiento para 2024, superior a los 22 millones de pesos, equivaldría al valor de entre 9 y 15 camiones compactadores nuevos, los cuales pasarían a formar parte del patrimonio municipal y servirían por varios años. En cambio, el contrato de arrendamiento estipula que los vehículos deben ser devueltos al finalizar el año, sin que el municipio obtenga un activo permanente.
