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Ciudad del Vaticano.- En una ceremonia privada cargada de solemnidad y simbolismo, funcionarios del Vaticano y algunos miembros de la familia del Papa se reunieron esta tarde para rendir homenaje al pontífice fallecido. Sin acceso al público ni a la prensa, el acto se llevó a cabo en la intimidad del recinto vaticano, como dictan las tradiciones milenarias de la Iglesia.
Durante la ceremonia, el cuerpo del Papa fue depositado en el féretro acompañado de la rogatio, un documento que relata su historia personal y los principales momentos de su pontificado. También se colocó una bolsa con monedas simbólicas: doce de oro por cada año de su papado, así como piezas de plata representando los meses y de bronce los días transcurridos desde el inicio de su servicio como líder de la Iglesia católica.
Una vez concluido el rito, el Capítulo de San Pedro inició una vigilia de oración junto al ataúd, la cual se mantendrá a lo largo de toda la noche. Esta vigilia marca el inicio de las últimas horas de despedida antes del funeral oficial, que se celebrará mañana por la mañana en la Plaza de San Pedro, con la presencia de fieles, líderes mundiales y delegaciones de distintos credos.
