Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- En lo que fue su último Grito de Independencia como presidente municipal, Juan Martínez Flores fue abucheado por decenas de personas que se congregaron frente al Palacio Municipal de Córdoba, como muestra del hartazgo social hacia su gestión marcada por la corrupción, el nepotismo y la falta de resultados, sobre todo, por la nula rendición de cuentas sobre los presupuestos y el destino de millones de pesos manejados por él y por la síndica Vania López.
Desde días previos, en redes sociales circuló una convocatoria firmada por “La sociedad civil” para que la ciudadanía se uniera a manifestar su rechazo al morenista, y la noche del 15 de septiembre los reclamos no se hicieron esperar. Al salir al balcón para encabezar la ceremonia, el alcalde fue recibido con rechiflas, gritos y consignas que evidenciaron el malestar generalizado.
Los señalamientos de la población abarcan el abandono en materia de obra pública, la creciente inseguridad, el desorden en el comercio informal, así como la grave situación financiera en la que dejará el Ayuntamiento. A falta de respuestas, el aún alcalde ha optado por culpar a medios de comunicación de la crisis que vive la ciudad.
Lejos de cerrar su mandato con dignidad, el médico de profesión terminó por confirmar que no estaba preparado para la responsabilidad de encabezar el gobierno, dejando una administración opaca, endeudada y reprobada por la mayoría.
