Córdoba.- A raíz del brote masivo que se registró en la zona del virus de la fiebre chikungunya el año pasado, se estima que cerca del 20 por ciento de la población afectada presenta “síntomas residuales”, es decir malestares de la enfermedad.
Ayer se reanudaron los talleres de capacitación que ofrece la Asociación Mexicana de Médicos Familiares y Médicos Generales, Capítulo Córdoba, con el especialista en reumatología y medicina interna, Miguel Ángel Rivera Viñas.
En entrevista comentó que desde junio del año pasado llegó un virus nuevo que genera una artropatía inflamatoria (chikungunya) el cual hace que la persona tenga síntomas articulares que pueden durar varios meses, pero no para el resto de su vida.
En casos más severos algunas personas pueden llegar a tener tantos síntomas que generen una discapacidad o incrementa el consumo de medicamentos, ocasionan el deterioro propio del paciente al conjugarse con otras enfermedades que ya tenían.
Ante los casos de afectados por el virus del chikungunya, señaló que ha habido reportes donde el enfermo refiere haber adquirido la enfermedad hace más de cuatro meses y que actualmente sigue con los síntomas.
Aunque el especialista insistió en que no existen parámetros pronósticos para saber qué factores influyen en la secuela de los síntomas en las personas, parece que los niños y los adultos tienen mejor pronóstico que aquellos que se encuentran en una edad intermedia.
Para este año donde también habrá que prevenir el dengue, la chikungunya y el zika, dijo que aunque se desconoce qué pasará con estos virus, ya que depende mucho de los factores climáticos, desplazamiento demográfico, condiciones de salubridad, acciones preventivas, y protección, el evitar un nuevo brote.
La meta es evitar nuevamente una sobre saturación en los servicios de salud pública, pues las instituciones enfrentan carencias de personal e infraestructura para atender las necesidades de la población.
“Las unidades de cuidado intensivo a nivel público en la zona Centro no tienen más de 10 camas para una población de un millón de personas, los que van a terapia intensiva son las personas graves, a nivel privado hay más camas pero una por día vale hasta 30 a 40 mil diarios y nadie lo puede pagar”, dijo el especialista.
