

Alejandro Aguilar
El Buen Tono
Córdoba, Ver.- Mientras la sombra del abandono institucional planea sobre su participación en el Campeonato Mundial de Artes Marciales Mixtas en Emiratos Árabes, Jana Ocadio teje su armadura más valiosa lejos de los reflectores: una preparación psicológica que desafía estereotipos y transforma adversidades en combustible.
La atleta cordobesa, cuya lucha económica ha sido documentada, revela en su rutina diaria un componente menos visible, pero decisivo: el entrenamiento mental que sostiene sus sueños.
En el gimnasio, Jana rompe moldes. Sus sparrings no son con compañeras, sino con varones que elevan la intensidad de cada combate. “La verdad, les he visto mucho, les he aprendido mucho”, confiesa entre respiros. Esta elección estratégica forja una resiliencia que trasciende el tatami.
Cinco horas diarias de choques con oponentes masculinos no solo perfeccionan su técnica; son un laboratorio para dominar el miedo. “Cada competencia posee mucha presión”, admite, mientras recuerda los pánicos que acechan antes de entrar a la jaula.
