


Erik Menéndez, uno de los hermanos condenados por el asesinato de sus padres en 1989, fue hospitalizado de emergencia en California debido a graves cálculos renales y complicaciones derivadas de esta afección, según reportó el Los Angeles Times.
Erik, de 54 años, cumple condena junto a su hermano Lyle por el homicidio de José y Kitty Menéndez, un caso que conmocionó a Estados Unidos por su crueldad, pero también por las denuncias de abusos sexuales que ambos jóvenes hicieron en su defensa. Tras décadas en prisión, el caso ha vuelto a generar atención mediática, especialmente tras la popular serie de Netflix Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez.
Su abogado, Mark Geragos, ha solicitado al gobernador Gavin Newsom la liberación inmediata de Erik debido al deterioro de su salud. Esta solicitud se da a pocas semanas de una importante audiencia programada para el 21 y 22 de agosto, en la que una junta evaluará la posibilidad de libertad condicional para ambos hermanos, después de que un juez redujera su sentencia en mayo pasado.
Aunque fueron condenados inicialmente a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional, ahora podrían obtenerla tras más de 30 años en prisión. El caso Menéndez continúa dividiendo opiniones: algunos los ven como asesinos fríos, otros como víctimas de un infierno familiar silenciado durante años.


