Sandra G. Tehuintle
EL BUEN TONO
Orizaba.- Es urgente que por lo menos una vez al mes se realicen pruebas de Covid-19 a los menores de edad que toman clases presenciales, hasta ahora ni el gobierno, ni el sector educativo, los ayuntamientos o el Sector Salud lo están haciendo, lo que pone en riesgo la salud de los educadores y
demás personal.
El coordinador de Democratización Sindical de Maestros de las Altas Montañas, Omar Hernández Dolores, señaló que los tres niveles de gobierno dan muestra del poco interés que tienen de invertir en este material, pues desde que se iniciaron las clases presenciales no se ha visto ni las ganas ni la intención de realizar pruebas en los planteles
educativos.
“Es algo que no se dice ni en el Sector Salud ni en el educativo y mucho menos en el gobierno, es decir, que no hay pruebas o dime cuántas pruebas se aplican; el gobierno no aplica ni una sola en el país, por lo tanto no puedes tener certeza de quien está enfermo o quien sufrió un
contagio”, resaltó.
Destacó que el claro ejemplo es que si alguien se siente enfermo, se les manda a su casa y los padres se ajustan al llamado pero no se hacen la prueba “y esto es porque las pruebas son costosas para la
mayoría de la gente”.
Indicó que afortunadamente la mayoría de los menores suelen ser asintomáticos, pero también corren riesgos pues no están vacunados, agregó que el problema es para los educadores ya que están en riesgo al recordar que se les aplicó una vacuna que ha sido muy cuestionada en su eficacia, es decir, la Sinovac.
Mencionó que el otro riesgo lo corren los padres de familia que por cualquiera que haya sido el motivo aún faltan por vacunarse, por ello se pueden contagiar y caer en un cuadro clínico crítico.
