De la redacción
El Buen Tono
Ciudad de México.– El Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó en su lista negra a 151 personas y empresas que operan en México, entre ellas 64 individuos y 87 compañías, por presunto lavado de dinero vinculado a narcotráfico y terrorismo. La medida implica el bloqueo de cuentas bancarias, inmuebles y la imposibilidad de realizar transacciones financieras en el sistema estadounidense.
De acuerdo con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), entre los sancionados hay mexicanos, así como ciudadanos de Colombia, Albania, India y Canadá. Entre los casos destacados se encuentra Ryan James Wedding, ex integrante del equipo olímpico canadiense de snowboard, señalado por traficar cocaína desde Colombia y México hacia Estados Unidos y Canadá, utilizando criptomonedas para mover grandes cantidades de dinero ilícito. En México, su red recibió apoyo de empresarios locales, como Édgar Aarón Vázquez Alvarado y Miryam Andrea Castillo Moreno, quienes facilitaron el lavado de recursos desde el Estado de México, Nuevo León y la Ciudad de México.
La lista incluye también a integrantes de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, así como a grupos criminales como Hysa, López de Tráfico de Personas y la Nueva Familia Michoacana, entre otros. Sinaloa concentra a 16 personas sancionadas, Baja California a 12 y Jalisco a nueve; en conjunto, 65.6 por ciento de los individuos están relacionados con estas dos organizaciones.
En cuanto a las empresas, 56 firmas están vinculadas con actividades de terrorismo, 26 con crimen organizado y cinco con narcotráfico. Se trata principalmente de negocios de combustibles, turismo, entretenimiento, inmobiliarias y servicios, que operaban como engranaje financiero de las estructuras criminales. Más de la mitad de las compañías sancionadas se concentran en Sinaloa, Baja California y Jalisco.
Las designaciones se realizaron entre marzo y noviembre de 2025, con una concentración significativa de sanciones en los últimos meses del año, lo que refleja un esfuerzo de EU por diversificar el alcance de sus investigaciones y afectar no solo a cárteles conocidos, sino también a células y operadores que antes pasaban desapercibidos.
Este anuncio refuerza la presión internacional sobre las redes de lavado de dinero en México y subraya la colaboración entre Estados Unidos y autoridades mexicanas para identificar y sancionar a individuos y empresas implicados en actividades ilícitas de alto impacto financiero y social.


