AGENCIA
Washington, D.C.- La tensión internacional se eleva tras el despliegue de varios bombarderos B-2 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos rumbo al Pacífico, en medio de deliberaciones del presidente Donald Trump sobre una posible intervención militar en Irán. Así lo revelaron sitios especializados en tráfico aéreo, que detectaron el movimiento de las aeronaves desde la base aérea de Whiteman, en Missouri, hacia la isla de Guam, un enclave estratégico militar estadounidense en Micronesia.
Aunque el traslado de estos aviones no implica necesariamente una decisión definitiva por parte de Trump, el movimiento es visto como un mensaje de fuerza en medio del creciente conflicto entre Israel e Irán. Los B-2, conocidos por su capacidad de ataque con bombas de alta precisión y su tecnología de sigilo, fueron acompañados por aviones cisterna para garantizar su reabastecimiento durante el trayecto.
El presidente Trump regresará este sábado a Washington desde su residencia en Bedminster, Nueva Jersey, para reunirse con su equipo de seguridad nacional y continuar las discusiones sobre una eventual participación estadounidense en los ataques israelíes contra la República Islámica.
Según informó la Casa Blanca, el mandatario tomará una decisión en las próximas dos semanas sobre si Estados Unidos se suma a una ofensiva con el objetivo oficial de frenar el presunto avance nuclear de Irán, pese a que Teherán ha negado reiteradamente estar desarrollando armamento nuclear.
El intercambio de ataques entre Israel e Irán se intensificó desde el pasado viernes, cuando el gobierno de Benjamín Netanyahu ordenó bombardeos a instalaciones militares y nucleares iraníes, en plena etapa de negociaciones entre Washington y Teherán sobre el futuro del acuerdo nuclear.
Este nuevo despliegue militar y el clima de incertidumbre alimentan las preocupaciones globales sobre un posible conflicto a gran escala en Medio Oriente.
