Agencias
Washington. – Estados Unidos confirmó este martes el despliegue de tres buques de guerra con 4 mil soldados en aguas del Caribe, cerca de Venezuela, como parte de una operación que busca frenar el flujo de drogas hacia su territorio.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró que el presidente Donald Trump “está preparado para usar todo su poder” con el fin de combatir el narcotráfico y “llevar a los responsables ante la justicia”.
El anuncio ocurre en un contexto de tensión creciente entre Washington y Caracas. De acuerdo con la agencia AP, los buques desplegados incluyen destructores con misiles guiados, lo que incrementa la preocupación por una posible escalada militar en la región.
Una operación con mensaje político
El despliegue militar no solo busca interrumpir rutas del narcotráfico, sino también presionar al gobierno de Nicolás Maduro, acusado por Washington de permitir que Venezuela se convierta en un punto estratégico para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa.
El presidente Maduro respondió de inmediato, acusando a la administración Trump de “provocar una agresión imperialista” y advirtió que “Venezuela sabrá defender su soberanía”.
Contexto regional
Venezuela ha sido señalada desde hace años por agencias estadounidenses como un corredor clave del narcotráfico, especialmente en alianza con cárteles colombianos. Sin embargo, Caracas acusa a Washington de utilizar el discurso antidrogas como pretexto para justificar intervenciones militares y desestabilizar gobiernos adversarios.
Con este movimiento, Estados Unidos envía un mensaje de endurecimiento de su política exterior en América Latina, en un momento en el que la relación bilateral con Venezuela atraviesa uno de sus puntos más críticos.
